lunes, 26 de mayo de 2014

HUMUS

La destrucción del humus

Efectos de la erosión en el suelo.
Glacis.
Los aportes de biocidas, plaguicidas, y fertilizantes pueden degradar o eliminar el humus.
La labranza mata el humus al enterrarlo, causando una mineralización muy rápida de la materia orgánica y la pérdida de suelo que puede llegar a 10 toneladas/año/ha en las zonas templadas y hasta varios cientos de toneladas en los trópicos.
La pérdida de humus también se refleja en un fenómeno de glacis en los suelos labrados, lo cual reduce considerablemente su capacidad de absorber agua. Los suelos contaminado por pesticidas y el exceso de nitratos (responsables del aumento de algas verdes y cianobacterias visibles sobre el terreno) arrastran las partículas finas que aumentan la turbidez de ríos y arroyos.
Hoy en día, hay muchos métodos para el cultivo sin destruir el humus: agricultura biológica, siembra directa, madera de ramas fragmentada, agricultura natural, agricultura regenerativa etc.

Influencia física del humus

  • Incrementa la capacidad de intercambio catiónico del suelo.
  • Da consistencia a los suelos ligeros y a los compactos; en suelos arenosos compacta mientras que en suelos arcillosos tiene un efecto de dispersión.
  • Hace más sencillo labrar la tierra, por el mejoramiento de las propiedades físicas del suelo.
  • Evita la formación de costras, y de la compactación.
  • Ayuda a la retención de agua y al drenado de la misma.
  • Incrementa la porosidad del suelo.
  • Presenta altos contenidos de K y S, además de una alta carga microbiana así como ácidos húmicos y fúlvicos, descompactando el suelo y facilitando la toma de nutrientes por la rizósfera.[1]

Influencia química del humus

Influencia biológica del humus

  • Aporta microorganismos útiles al suelo.
  • Sirve a su vez de soporte y alimento de los microorganismos.

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